Así que dicho y hecho empezamos a ello:
- en la primera sesión sólo nos dibujamos el óvalo de la cara y las orejas, pero era muy importante hacerlo bien, ni muy grande ni muy pequeño.
- en la 2ª sesión nos dibujamos el blanco del ojo, la nariz y la boca. Salieron ojos muy diferentes y narices curiosas, pero todas las bocas estaban sonrientes. Para ello nos miramos en un espejito y pudimos observar como era nuestra cara de cerca.
- al día siguiente nos pintamos el iris del ojo, las cejas, el pelo y un trocito de la camiseta. Algunos cuadros han quedado muy graciosos: con el pelo de punta, un poco de flequillo, ricitos, lazos y coletas, incluso algún pendiente también. Para ayudarnos un poco Charo nos hizo una foto a cada uno el jueves, las mandó a revelar y el viernes dio a cada uno la suya para ponerla al lado del cuadro en nuestra mesa, así nos pudimos fijar en el color de cada una de las partes que le faltaba al auto-retrato.
- lo último fue pintar el fondo con acuarela, nunca habíamos pintado con acuarela y es divertido porque hay que pintar deprisa, deprisa, deprisa porque sino salen agujeros en el cuadro.
HAN QUEDADO FENOMENAL
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